La calidad de un vino se puede ver reflejada en el trabajo de unos profesionales que cuidan el producto desde el campo pasando por la bodega hasta llegar a la copa del consumidor final.
Desde que se planta una viña hasta que se obtienen las primeras uvas es un largo camino. Este proceso siempre tiene que ir acompañado de unas buenas prácticas vitícolas de carácter técnico. Es un elemento fundamental para la consecución de un sistema de producción vitícola de calidad respetuoso con el medio ambiente.
Estas buenas prácticas aplicadas en el viñedo van a garantizarnos unos resultados muy positivos en muchos aspectos agronómicos, económicos y en sostenibilidad.
Vamos a empezar a citar las diferentes prácticas vitícolas.
PREPARACIÓN DEL TERRENO
Eliminación de los restos vegetales y adecuación física del terreno. Poner especial atención si el cultivo anterior ha sido viña, se tendrán que sacar muy bien las raíces que puedan quedar en el terreno pues puede ser fuente de contaminación para nuestro nuevo viñedo. Quitar las malas hierbas mediante técnicas culturales (cultivador).
En terrenos dónde anteriormente haya tenido viña, dejar un período mínimo de 4 años sin cultivar, antes de establecer una nueva plantación. De esta forma podemos eliminar patógenos que pueden quedar en los restos vegetales (raíces o madera vieja).
Es recomendable también realizar un subsolado, con el objeto de facilitar la instalación del sistema radicular y de mejorar la infiltración del agua.
ABONADO DE FONDO
Análisis de suelo, es el primer paso que deberíamos hacer antes de realizar cualquier acción sobre el terreno. El abonado de fondo lo vamos a planificar en función del análisis del suelo. Vamos a tener en cuenta el resultado para tomar otras decisiones como la elección del porta-injerto o variedad.
Podemos tener como referencia los valores siguientes:
Dosis máximas admitidas P205 | Dosis máximas admitidas de K2O | Dosis máximas admitidas de MgO | |
Suelos pobres | 250 UF/ha | 350 UF/ha | 100 UF/ha |
Suelos medios | 200 UF/ha | 300 UF/ha | 80 UF/ha |
Suelos ricos | 140 UF/ha | 260 UF/ha | 50 UF/ha |
El abono debe enterrarse con las labores preparatorias.
La fertilización nitrogenada en agricultura orgánica se utiliza estiércol maduro o compost a razón de 30t/ha como máximo. Preferentemente de vacuno u ovino en algunos casos gallinaza. Si no se añade restos orgánicos, se puede aplicar un máximo de 40 UF/ha de N procedentes de fertilizantes minerales.
PLANTACIÓN
Utilizar material vegetal que lleve el pasaporte fitosanitario y procedente de productores oficialmente autorizados. Emplear un material vegetal de calidad es de las cosas más importantes a tener en cuenta en una nueva plantación pues todo los trabajos previos y futuros que vamos a realizar en nuestra parcela no van a servir de nada sino disponemos de unas plantas sanas y de calidad. Por este motivo tenemos que pedir la planta con tiempo al vivero de confianza con la combinación de portainjerto, variedad y clon que deseamos. No todos los viveros disponen de la misma calidad de planta es por este motivo que tenemos que pedir la planta a un vivero con buena reputación y que trabajen de una forma seria.
Vivero de calidad y prestigio
Casa Jaime Sabaté como vivero Seleccionador especializados en la producción de plantas de vid des de 1889 ponemos a la disposición de los viticultores una extensa gama de combinaciones variedad-portainjerto así como el asesoramiento de expertos.
Diseño de la plantación
A la hora de la plantación hay que tener en cuenta la densidad de plantación, muchas veces delimitado por los reglamentos de cada denominación de origen.
La disposición de las filas de las cepas será aquella que minimice la erosión del terreno pero a la vez tendremos que fijarnos en otros aspectos. La dirección de estas filas van a determinar la intercepción de radiación solar por las hojas y el microclima de la planta. Normalmente la dirección norte-sur és la que más se planta porque es la que consigue mayor simetria en la iluminación de las dos caras de la planta. Pero en los viñedos situados en zonas más cálidas como puede ser en Extremadura, Andalucía y Castilla la Mancha, con elevadas temperaturas durante la maduración de la uva son recomendables las direcciones de fila noreste-suroeste. De esta forma conseguimos reducir la interceptación solar.
Importante plantar aquellas variedades y portainjertos autorizados por la legislación vigente.
Viñedo con sistema de regadío por gota a gota.
FERTILIZACIÓN
Cada 5 años se recomienda hacer un análisis de suelo. Para el periodo de producción, el tercer año, hay que establecer un plan de abonado considerando los rendimientos, resultados del análisis de suelo, la composición del agua de riego y un análisis visual del aspecto del viñedo.
En el caso de ver síntomas en hojas de carencias o excesos de algun componente se recomienda coger una muestra de material vegetal para su análisis en laboratorio.
Los nutrientes se deben suministrar principalmente en forma de materia orgánica.
Fracción Nitrogenada:
La aportación la tendremos que hacer fraccionada a lo largo del ciclo vegetativo.
Durante el primer año de la plantación se puede aportar hasta un máximo de 20 U.F/ha de N. En el segundo año se puede aportar un máximo de 25 U.F/ha de N. En el período de producción, en función del vigor de la plantación y de la cosecha esperada se va a establecer un máximo de 40 U.F de N.
Fertilización de fósforo, potasio y magnesio.
En el segundo año de la plantación podemos prescindir del abonado de (P,K,MgO)
En el año de producción o tercer año de la plantación aplicaremos lo siguiente.
Dosis máximas P205 (periodo de producción) | Dosis máximas de K2O (periodo de producción) | Dosis máximas de MgO (periodo de producción) | |
Suelos pobres | 30 UF/ha | 100 UF/ha | 20 UF/ha |
Suelos medios | 20 UF/ha | 80 UF/ha | 15 UF/ha |
Suelos ricos | 10 UF/ha | 60 UF/ha | 10 UF/ha |
Para la fertilización se va a emplear preferentemente Sulfato de Potasa en vez de Cloruro de Potas, sobre todo en suelos calizos y/o con niveles altos de salinidad.
Otras cosas a tener en cuenta en este apartado. Limitar las aplicaciones de abonos foliares a las estrictamente necesarias y previamente justificadas por carencias de nutrientes.
Los quelatos de hierro pueden aplicarse para controlar la clorosis férrica.
«Espero que esta información pueda servir de ayuda para muchos de los viticultores y en caso de preguntas no duden en ponerse en contacto con nosotros.«